
El pseudobilingüismo de  Aguirre tiene múltiples efectos deletéreos.  Por lo que me cuentan compañeros de  otros Institutos, suceden cosas parecidas en todos.  Partiendo de la base de que  el bilingüismo  real sería recibir clase en otro idioma, y por parte de  auténticos aborígenes de lugares donde esa lengua alternativa se habla,  especialistas además en cada asignatura,  no de indígenas locales con variable  nivel de ese idioma foráneo, el modelo que se ha implantado en la Comunidad de  Madrid es la estafa más flagrante. Sin olvidar que el auténtico conocimiento  significativo se adquiere en la lengua en la que sufrimos, reímos, nos  enamoramos, lloramos... sin estar pendientes de la gramática o la fonética, esto  es, nuestra lengua materna. Todo intento de otra  forma de aprendizaje es una aberración, salvo en niños que han tenido la fortuna  de nacer en familias bi o tri-lingües y asumir eso en los dos o tres primeros  años de su vida en su entramado neuronal. Los demás, por listos que seamos,  malaprendemos otros idiomas con mejor o peor fortuna. Y por bien que lo hayamos  aprendido, no creo que tengamos la misma soltura en enseñar con esa nueva lengua  que con la que está en lo más profundo de nuestras conexiones  neuronales.
  No analizo aquí el desprecio al español que  supone que no se ha de aprender Biología, por ejemplo,  en nuestra lengua, o  suponer que un descubrimiento científico tiene más valor por ser publicado en  inglés que en castellano... (Y soy socio de varias entidades  científicas  americanas, así como vocal de la Real Sociedad Española de Historia Natural, en  las que publicamos tanto en español como en inglés). Colonialismo;  cierto  que todo se debe a la meteorología, según el infame Felipe II, pues si la Armada  Invencible hubiese cubierto sus objetivos, habría institutos en el West End  londinense impartiendo biología en un mal español...  y eso sería, también,  aberrante. Perdonad el chiste y la disquisición ucrónica.
En Cataluña, al menos los que sumergen a los niños castellanoparlantes en el catalán, tienen este como lengua materna, pero aquí, son gentes que lo han aprendido como segunda lengua, el inglés, francés o alemán, en el mejor de los casos.
 Con todo, los niños del 'bilingüe' suelen ser de  familias preocupadas, ocupadas y volcadas en ellos, a los que ese engendro de  Aguirre les parece mejor que la alternativa, cursos de 1º y 2º de ESO dominados  por la hostilidad a lo académico, a la cultura y a la educación. Eso explica los  resultados, pues el pseudobilingüismo 'aguirriano' cumple más con una función  discriminadora que de auténtica enseñanza en francés, inglés o alemán, que es  una aberración desde todo punto de vista.
  No entro en la adscripción de plazas en propiedad  por la vía 'bilingüe' que genera agravios comparativos como que los profesores  que aprobaron su oposición en 2010, y están habilitados, ya han obtenido destino  definitivo mientras otros, quince años despues de aprobar, siguen 'expectantes',  y el mal rollo que eso puede generar entre nosotros. (Política de 'divide y  vencerás').
   Esperando no haber ofendido a  nadie...
   Un saludo, compañeros.
   Ricardo Martínez Ibáñez