Estoy extraordinariamente preocupado por el devenir de las que se llaman incorrectamente 'actividades extraescolares y complementarias'.
Pongamos por ejemplo mi actividad del zoo-acuario con 1º de la ESO, que no solo no significa 'hoy vamos de juerga al zoo' sino que es una parte esencial de la enseñanza de las Ciencias Naturales (Zoología), gracias a un recurso fascinante del que disponemos en Madrid (el Zoo-Acuario), que nos permite tener a la puerta de casa y por un precio irrisorio, acceso a animales marinos y terrestres de los siete continentes....en vivo y en directo, con las explicaciones del bien formado cuadro de profesores del Instituto. Eso no es una 'actividad complementaria' sino 'hoy la clase es en el aula ZOO'. Añado lo mismo para salidas a estudiar Geología o Botánica a la Sierra, Real jardín Botánico etc...
Los alumnos se toman la libertad de ir o no ir a su antojo, la mayoría para disponer irregularmente de un día de asueto. Un ejemplo reciente: de 1º C ESO (2008/09), clase de infame comportamiento, fueron tres a la actividad, el resto decidió que no le interesaba. Dos de los cuales casi se lesionan cuando en un descuido de este humilde profesor se pusieron a practicar 'ParKour', un deporte consistente en brincar y saltar tapias y vallas urbanas con un estilo propio de los primates de la jungla tropical, arriesgando su integridad física y comprometiendo gravemente la responsabilidad de los profesores acompañantes.
La LOGSE y su heredera la LOE han reconvertido a los centros públicos de calidad, como era el nuestro, y a su profesorado, en simples garantes de la custodia de infantes, marginando o despreciando la parte antaño esencial de formación científica de la juventud. (La clave: de MEC a MEPSYD, adiós a la Ciencia del Ministerio de Educación, bienvenida la llamada 'política social').
Ya se que, como dice mi amigo Íñigo, Jefe de Estudios, esto es una llantina, pero me siento vejado en lo más íntimo como Profesor de Ciencias ante este macabro panorama de desprecio al profesorado, de menosprecio a su sabiduría y de desperdicio de la misma para funciones de guardería y/o parapoliciales o de servicios sociales para las que ni estoy formado, ni se me reclutó en su día como Profesor Agregado de Bachillerato, que es lo que dice mi título administrativo que soy desde 1982, obtenido en Oposición Libre.
1 comentario:
Compañero,
Hace meses dejaste un comentario en mi blog. Disculpa que no te contestara entonces. Por torpeza (por desconocimiento) no lo tenía configurado para que me notificara, vía mail, los comentarios. Dejé por ello sin contestar algunos comentarios a artículos antiguos.
Comparto tu indignación ante el vertido de chapapote pedagógico que nos inunda. Pero es preciso que pasamos a la acción. Buena parte de la responsabilidad de lo que nos pasa está en el profesorado, colectivo de una docilidad casi infinita.
Yo soy asociado de APIA (la asociación de profesores de instituto de Andalucía), una asociación sindical radicalmente crítica con el actual sistema educativo. ¿Cómo está la cosa en tu tierra? ¿Hay movimiento crítico?
Un cordial saludo y ánimo.
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