
Así se titulaba el mítico documental que, anticipando la serie El Hombre y la Tierra, serie ibérica, presentó Félix Rodriguez de la Fuente en el salón de actos del actual Ministerio de Sanidad, antiguos Sindicatos Verticales, una tarde de mediados de los setenta, ante centenares de entusiastas chavales a la sazón socios del 'club de los Linces' de ADENA, en una época en la que nuestros infantiles corazones, poco conscientes de la complejidad política del momento, vibraban viendo a los lirones en la 'vieja tronca' o a los lobos brincando en lo que luego supimos eran escenarios montados en el pueblo alcarreño de Pelegrina. Que el inocente cabritillo de la inolvidable escena de caza, en la que el Águila Real se le lleva de una ladera, estuviese atado y el águila entrenada por un cetrero era algo que ignorábamos entonces. También conseguí un autógrafo de Félix en la memorable ocasión en que ejerció de Pregonero en las Fiestas de San Antón, mi ya desaparecido colegio, y patrono de los animales. Una virtud tuvo aquello: nos enamoró de la Naturaleza. Félix y dos colaboradores, murieron trágica e inopinadamente haciendo su trabajo en las heladas tierras del Yukón, en Alaska.
Siempre agradeceremos a Félix su verbo y su pasión, que nos transmitía. Salen reeditadas y remasterizadas las series míticas de Félix, en moderno formato DVD. Sería recomendable para muchos jóvenes, ver aquellas imágenes, hoy superadas por series mucho más rigurosas de la Unidad de Historia Natural de la BBC (con David Attenborough a cargo de ello). Pero son como un soplo de naturaleza en tiempos de telebasura y series infumables...
Me gustaría decirle que soy biólogo y profesor de Ciencias Naturales, en buena parte, gracias a él. Junto a mis visitas al Museo Nacional de Ciencias Naturales, aquellas tardes junto al televisor o leyendo la Enciclopedia Salvat de la Fauna, cuyo primer fascículo me regaló mi abuelo, se forjó mi vocación naturalista y docente.
http://es.youtube.com/watch?v=MlXg0Zxx01I